Correo electrónico: geral@ortoalmeidas.pt
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Uno de los mayores retos para el cuidador de un paciente en cama es asegurar cambios constantes en el posicionamiento en la cama, para prevenir eficazmente las úlceras por presión o escaras.
La elección de una cama articulada y de un Los colchones viscoelásticos adecuados al paciente son dos de los factores que más rápidamente contribuyen a prevenir la aparición de escaras y a facilitar la labor del cuidador.
También es muy importante cambiar de posición cada 3 horas, especialmente en personas mayores muy dependientes. A continuación, comentaremos algunas de las posiciones más utilizadas en el cuidado de personas mayores:
En esta posición, la persona se acuesta boca arriba con la cabeza y los hombros ligeramente elevados.
Se recomienda un alivio total o parcial de la presión en los tobillos , y también puede ser necesario aliviar la presión en los codos o la cabeza .
En esta posición el paciente se encuentra de lado a un grado de 30º, permitiéndose dos variaciones (decúbito lateral izquierdo y decúbito lateral derecho) .
Esta posición protege las zonas con mayor riesgo de aparición de escaras (zona sacra y zona de la cadera), desplazando el peso a zonas sin protuberancias óseas y que estén bien vascularizadas.
Los puntos de mayor riesgo en esta posición son la oreja, la rodilla y la parte externa del tobillo.
Para favorecer la posición semilateral se puede utilizar la Cuña de posicionamiento semilateral o posicionador unilateral .
La posición lateral a 135º se recomienda para pacientes con úlceras en la zona sacra y dorsal. El alivio completo de la presión en las zonas afectadas contribuye al rejuvenecimiento y la vascularización del tejido.
Muchos pacientes encuentran esta posición cómoda ya que induce la relajación de la columna. Esta posición también puede facilitar la expulsión de líquidos y secreciones del sistema respiratorio.
Para facilitar la adopción de la postura se puede utilizar un cojín en forma de S de microbolas .
El primer paso para prevenir las úlceras por presión es identificar a los pacientes en riesgo para poder planificar la mejor estrategia y prevenir la aparición de heridas.
La piel debe evaluarse diariamente y frecuentemente, con especial atención a las áreas cercanas a protuberancias óseas, incluida la nuca, los omóplatos, los hombros, los codos, el sacro y los talones.
Dependiendo de las limitaciones físicas del paciente, éste deberá permanecer sentado al menos 2 horas por la mañana y 2 horas por la tarde. Si no puede sentarse durante el día, mueva los brazos y las piernas para activar la circulación, especialmente en las extremidades.
Lo ideal es poder cambiar de posición cada tres horas. Para ello, levante al paciente en lugar de arrastrarlo, ya que el roce de la piel con la sábana también puede provocar úlceras por presión.
Cuando esté acostado, anímelo a hacer ejercicios de estiramiento. Mover las articulaciones también previene las úlceras por presión y la rigidez muscular. Anime al paciente a hacer todo lo que pueda. Ayúdalo cuando no pueda hacerlo solo.
Los productos de apoyo más utilizados para prevenir las úlceras por presión en pacientes encamados son:
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